EL CENTRO DEL
UNIVERSO.
El centro del universo no es algo
objetivo. Depende. Para los antiguos fue Roma. También lo es hoy para los
católicos. Para los musulmanes La Meca. Para los hinduistas, budistas,
jainistas y otros creyentes orientales es Benarés. Para muchos modernos Los
Estados Unidos. Durante siglos y hasta el XVIII España. Y ha habido muchos. Ergo
el centro del universo cambia con la gente y con los tiempos. Para la primera
década de mis tiempos, los cuarenta, el centro del universo era para mí el
Paseo Piojito.
El Paseo Piojito está en Huelva.
Al pie de un cabezo en cuya cumbre está el chalet llamado de Quinito Roquetas, donde
estuvo un castillo, creo. Y a su vera la iglesia de San Pedro, que antes fue
mezquita.
Es un pequeño jardín situado
frente a un edificio muy grande, de ladrillo visto, hoy abandonado que fue
cuartel de la Policía Armada. Y antes mercado de abastos, pero al no gozar del
favor popular fracasó. Esto no lo he conocido, sino que me lo dijo mi madre, porque
cuando yo vivía allí ya era cuartel.
También me informó mi madre de la
etimología de tan curioso nombre. Se debía a que en ese jardín aguarda la pobre
gente hambrienta el socorro alimenticio que le suministraban en el cuartel, en
la época más cruda del hambre. Y era tan precario el estado en que se
encontraban que estaban infestados de piojos
Yo nací en 1940 y viví algo más
de 10 años en el nº 5 de la calle Velarde, que flanquea el jardín, que se veía
perfectamente desde los balcones y desde la azotea de mi casa, por lo que fue
un lugar de referencia en mi infancia.
Este blog será la crónica de las memorias
de la primera década de mi vida. Y no es porque crea mis primeros recuerdos
tengan interés para nadie, sino porque serán análogos a los de la gente de, más
o menos, mi edad. Y puede que les guste despertarlos, como me ocurrió a mí
cuando leí el libro que mi amiga Manola publicó en hermética autoedición que
describe la ciudad de Zaragoza en la década comprendida entre 1945 y 1955.
Huelva y Zaragoza son ciudades
muy diferentes, lejanas y con escasas comunicaciones entre ellas, pero lo que
dice Manola en su libro que vio y vivió en Zaragoza se corresponde muy bien con
lo que yo vi y viví en Huelva. Y son cosas que han pasado sin dejar rastro. O
si lo dejaron las cosas sobrevenidas con posterioridad lo han borrado
completamente.
La historia que contó mi amiga y
la que voy a contar yo es una historia con minúsculas, pero puede que sea más
verdadera que la "HISTORIA CON MAYÚSCULAS". Que suele ser más falsa
que el alma de Judas. Compuesta por fantasías motivadas por intereses políticos
circunstanciales. No es raro que sea una sarta de mentiras urdidas para amoldar
el coco a la gente. Es evidente que si un hecho motiva historias
contradictorias, como ocurre tan frecuentemente, tan solo una sería la
verdadera. O a lo mejor ninguna.
Mientras que es "historia
con minúsculas" la del libro de mi amiga y tiene muchas más garantías de
ser verdadera, porque suele ser verdad lo que dice el autor, ya que lo ha
vivido, lo ha sentido, lo ha visto o lo ha creído ver.
Estoy persuadido de que todo el
mundo debería dar testimonio de lo visto y vivido para uso de sus congéneres y
de sí mismo.
Por ello obro en consecuencia y
pienso ir desgranando mis recuerdos en este blog.
¡Va por ustedes!
A leer pues la historia con minuscula!!!
ResponderEliminar